La Avenida Colombia, ubicada en el corazón de la ciudad de Santiago de Cali y que delimita su Centro Histórico, ha sido un eje fundamental de comunicación y de transporte; desde su construcción en 1945. Ha soportado variadas intervenciones, siendo la última el hundimiento o soterramiento de la misma.

La importancia de este eje de comunicación se corresponde a la relación del río con el desarrollo de la ciudad, la cual se expresa en el trazado urbano de la misma, así como en las costumbres, usos y tradiciones de su población. Esta dinámica ha permitido la generación de un espacio construido, con una carga histórica significativa que se manifiesta en cada uno de los bienes patrimoniales que acompañan desde el Oeste hasta el Este, el recorrido de esta vía.

En el trazado actual de la avenida Colombia, se construyeron otrora las primeras viviendas y ello marcó el posterior desarrollo de la ciudad Colonial y Republicana. Es por esta razón, que al iniciarse los trabajos de remoción de suelo para posibilitar el soterramiento de la avenida, quedaron al descubierto quince sitios arqueológicos de gran valor patrimonial, histórico, urbano y arquitectónico, que dan cuenta de un pasado no muy lejano pero sí relativamente desconocido por la ciudadanía.

El centro de Cali desde su fundación y después de varios siglos de trasformaciones urbanísticas y sociales, es un espacio dinámico y reconocido en los imaginarios de la población, en donde a través de la confluencia entre lo antiguo y lo moderno, se condensa el proceso histórico de la ciudad. La existencia de los bienes arqueológicos permitieron el acercamiento a un período histórico poco conocido, abriendo una nueva ventana de conocimiento, que permitirá a través de la investigación y la puesta en valor social de los elementos más representativos, la construcción conjunta de lo que hoy se denomina patrimonio, como referentes de cultura, de ciudad y símbolos de identidad de los caleños.

En este sentido, el proyecto de ingeniería correspondiente al Hundimiento de la Avenida Colombia, ha marcado un derrotero de gran importancia cultural en la sociedad caleña del siglo XXI, especialmente en el proceso de identificación y valoración de su patrimonio arqueológico, que repercutirá en la apropiación social del mismo y en la construcción del concepto colectivo de identidad, en el que lo antiguo y lo moderno, se combinan en procesos incluyentes.